Alfonso Berrón Escudero

En nuestro recorrido napolitano de los bares de copas de la zona de Chaia, acabamos de descubrir un bar de cócteles que no debes perderte.
Con la primera copa te ponen unas tapas de pizza variada y verduras maceradas en anís que quitan el hipo. Con la segunda no te la ponen.
Los cócteles están muy buenos, en especialen Limoncello sprit.

Fui con la ilusión de comer cocido por las buenas referencias que había leído y escuchado de amigos, y resultó que sólo lo tienen en la carta los miércoles. También lo puede comer otro día siempre y cuando lo avises en la reserva.
La comida en general bien cocinada, aunque un poco escasa en cuanto a la cantidad. Los entrantes son más generosos que los platos principales. Nosotros pedimos de entrantes ensaladilla y morcilla y de principales lubina y rabo de toro. Estos últimos como he dicho anteriormente escasos.
Los postres están bien. Recomendable la tarta de queso y la leche frita.
El ambiente es animado en la zona de la barra y tranquilo en los tres salones y reservado.
En lo relativo al servicio, es educado, pero cometen el error de quitarte los platos casi al mismo tiempo que das tú última pinchada a la comida.