César Angel Catalán

Hay que tener paciencia para hacerte fotos en este monumento porque la fila es impresionante. Esto habla de lo interesante que es como grupo escultórico, el lugar que lo acoge y el valor histórico. Es uno de los monumentos más visitados.

Un local céntrico con una fachada modesta. El interior sencillo pero elegante y limpio. Nos informaron muy bien del funcionamiento del buffet. Puedes pedir cinco platos en tres turnos en una carta muy amplia. Incluye postre y no incluye la bebida ni el café. Si pides y no comes algún plato te penalizan con dos euros. La comida muy sabrosa y abundante. Pedimos dos turnos de cinco platos cada uno y un postre y café. Grata experiencia