Joaquin Carpio

Fuimos por mi cumple a almorzar y nos sentamos en la parte central, esperando ser atendidos rápidamente porque teníamos mucha hambre, la mesera tardó mucho en tomar la orden por "estar peleando con sus compañeros" según ella. La comida está regular, porciones abundantes y a precios razonables eso sí, el café de olla la verdad no esta bueno, casi no sabe a canela ni piloncillo, tambien probamos el americano y muy malo, aparte que nunca nos trajo cucharas para el azúcar; la salsa nos la sirvieron en una salsera rota y ensucio mucho la mesa, nos la cambiaron pero esta vez sin cuchara y pues picaba nada, ni tienen ninguna salsa picante. Pedimos la parrillada para dos, muy abundante, pero olvidó traernos platos y se enfriaba en lo que los traía. Tambien me regalaron pastel por mi cumple, qué lindos pero tambien olvidaron poner cubiertos 😅. Eso sí, muy amable la señorita, que nos atendió ojalá fuera más atenta nada más.
El lugar se ve algo descuidado, con tan bonita arquitectura deberían de invertir más en la decoración. Definitivamente su mejor área de oportunidad es el servicio, a pesar de tener muchos meseros en comedor.